Existen tantas vulvas como mujeres en el planeta tierra, cada una de un color distinto, tamaño… cada una tal y cual con su propia esencia.
Todas ellas pese a ser totalmente diferentes necesitan el mismo cuidado, eso sí, si piensas que tienes alguna infección, irritación, cistitis… acude a tú especialista para que te valore.
Hoy te dejo en el post unos cuidados básicos para mimarla.
Recuerda la importancia de coger un espejo plantarlo delante de tú vulva y descubrirla. Tal y como es, es perfecta.
- Cuidala del exceso de humedad: Cambia la ropa mojada lo antes posible
- Ves a orinar después de mantener relaciones sexuales
- Hidrátala: Es una extensión dérmica más de tú cuerpo, ella también lo merece
- Si quieres evitar hongos y gérmenes tira ahora mismo la manopla o la esponja que tienes en la ducha
- Utiliza ropa lo más transpirable posible, por ejemplo de tejido de algodón
- Airéala: Necesita un respiro, déjala libre
- Nada de duchas vaginales: Tiene su propio sistema de limpieza automática.
- Lávala sólo con agua, mueve y separa sus plieges entre los labios internos y externos
- Una vez hagas pipí sécate de delante hacia atrás
- No la laves en exceso: Todo a su justa medida para encontrar su equilibrio y evitar infecciones